Una selección de calidad excepcional

Todos nuestros aceites están elaborados a partir de diferentes variedades autóctonas de la comarca del Somontano, todas ellas seleccionadas de forma rigurosa, dando lugar a un producto de calidad superior.

Aceite de oliva virgen extra en botella sobre madera y ramitas de olivo, producto de alta calidad de Aceite San Antonio para una alimentación saludable.

Albareta

La forma esférica de su fruto es la cualidad que más diferencia esta variedad del resto de variedades de la comarca, además de que solo la encontraremos en el pueblo de Buera. Sus olivas son de gran calidad, buen tamaño y hueso pequeño.

Alcampelina

Esta variedad recibe su nombre por ser la más importante de Alcampell, aunque también se conoce como “Verdiell” fuera del Somontano. Presenta hojas delicadas y frutos pequeños y alargados que se destinan exclusivamente a la elaboración de aceite.

Alía

Sin ser una de las variedades más extendidas, el rendimiento del aceite que deriva de estos olivos se considera elevado. Sus frutos son de forma esférica y simétrica y experimentan un proceso de maduración rápido y uniforme dando lugar a una consistencia blanda.

Alquezrana

Recibe el nombre de su origen, donde es claramente predominante: el pueblo de Alquézar. Su producción es la más regular de la zona, su fruto es mediano y de maduración tardía y los aceites tienden a ser aromáticos y de un color verde intenso.

Arbequina

Aunque proviene de la provincia de Lérida, La Arbequina es una variedad de olivos extendida por todo el mundo gracias a sus excelentes condiciones agronómicas que la convierten en la candidata perfecta para el cultivo superintensivo.

Blancal

La mayor parte de los olivos de esta variedad tienen cientos de años y se distinguen claramente por su ramaje blanquecino. Producen olivas muy dulces de pronta maduración que son perfectas para ser consumidas prácticamente del árbol.

Cerruda

La variedad “Cerruda” la encontramos en una pequeña zona del Somontano y se caracteriza por tener las ramas muy cerradas. Su producción es media pero constante, sus frutos tardan en madurar y el aceite obtenido de ella se considera de alta calidad.

Gordal del Somontano

La presencia de esta variedad es muy reducida y solo la encontraremos repartida por algunos pueblos del Somontano. Se distingue por tener hojas pequeñas pero frutos especialmente grandes y esféricos que experimentan una maduración tardía.

Injerto

También llamada “Empeltre”, es una de las variedades estrella del Somontano. Es altamente productiva y constante. Sus frutos presentan un sabor frutado que se vuelve dulce y el aceite se caracteriza por ser de un color entre amarillo dorado y oro viejo.

Mochuto

“Mochuto”, “Mochuta” o “Mochutera” es una variedad de olivos muy antigua que no se encuentra fácilmente y que se localiza donde domina la “Alquezrana”. La peculiaridad de sus ramas la protegen de la lluvia y produce unos frutos violetas de gran tamaño.

Nación

Aunque está poco extendida, es una variedad muy conocida en el Somontano por su alta productividad y su constancia. Su fruto, de maduración tardía, tiene un aspecto característico y su elevado tamaño lo hace perfecto para el aliño verde.

Negral

Estos olivos se localizan en una pequeña zona del Somontano y se caracterizan especialmente porque el fruto madura rápidamente y obtiene un color negro intenso y un sabor dulce. Su producción es media en comparación con otras variedades, pero constante.

Neral

Es una variedad importante en Alquézar y algunos pueblos cercanos, donde los olivos son antiguos y de gran tamaño. Resisten muy bien el frío y su producción es media e irregular. Sus frutos maduran pronto y adquieren un color negro.

Olivera de Nadal

Se trata de un olivo único de enorme tamaño y tronco y con cientos de años que encontraremos en una propiedad particular. Su fruto es pequeño, de color rojizo y de maduración tardía. Al tratarse de un árbol tan antiguo y singular, se considera de interés cultural.

Panseñera

Solo la encontraremos en el pueblo de Alquézar y sus alrededores y no es de gran abundancia. Sus frutos son de maduración temprana, de tamaño medio, arrugados y de un sabor muy dulce que se pueden comer prácticamente del árbol.

Picual

Aunque no tiene su origen en el Somontano, tiene presencia en todo el mundo. Es de alta productividad, además de constante, y produce frutos medianos y de maduración tardía que dan lugar a un aceite con gran cuerpo y de sabor intenso.

Piga

Digna de un refrán, esta variedad la encontramos en Estada y Estadilla, donde compite en importancia con la “Verdeña”. Su fruto es mediano, particular, de maduración temprana y se emplea únicamente para la elaboración de aceite.

Royeta

Esta variedad no es tan abundante como otras, pero sus grandes cualidades la convierten en una opción excelente para obtener un gran rendimiento, ya que es altamente resistente a condiciones adversas, además de ser constante y productiva.

Sevillano (Caspolina)

También llamada “Caspolina”, esta variedad está extendida por el Somontano, pero no en gran cantidad. Produce de forma constante olivas asimétricas de gran tamaño y de un color violeta en su madurez, que, además, es temprana.

Verdeña

Se trata de una variedad muy antigua por su altísima resistencia y aporta a los aceites un carácter singular que los convierte en diferentes y únicos con muy buenas cualidades, entre ellas, la estabilidad, la frescura y el aroma a hierba y hojas verdes.

Lo que nos hace auténticos

Cada variedad cuenta con particularidades que las hace inimitables y, solo conociéndolas en profundidad, conseguimos disfrutar de una cultura que nos ha acompañado durante toda la historia y que nos permite seguir ofreciendo productos donde la excelencia y el trabajo constante es lo que mejor nos define.

El sabor del Somontano

Si algo nos representa, es el territorio en el que nos encontramos:
Un enclave único situado al pie de la montaña, de camino a los Pirineos, que nos ayuda a lograr el equilibrio perfecto entre nuestro compromiso por ofrecer la máxima calidad y el respeto por el medio ambiente y la sostenibilidad.

Este marco inigualable nos ofrece las condiciones idóneas para llevar a cabo nuestra misión a la vez que disfrutamos del encanto de estos paisajes, que activan todos nuestros sentidos y nos proporcionan sus mejores cualidades para vivir una experiencia cargada de aromas y sabores naturales.

Nuestra apuesta por desarrollar nuestra actividad en el corazón del Somontano hace posible que contribuyamos a la conservación de la biodiversidad y, a su vez, nos inspira a seguir innovando cuidadosamente para preservar la riqueza de nuestro entorno, cuya diversidad se ve reflejada en la identidad y los matices de nuestros productos.

Cuidamos cada paso que damos

Los frutos que recogemos deben sus cualidades a las condiciones de cada suelo, a las distintas variedades de olivo, a las circunstancias climatológicas en las que han madurado y al cuidado que nuestros agricultores les han dado. Todo esto define cada uno de nuestros aceites y, por ello, creemos fundamental cuidar rigurosamente cada paso del proceso: desde la recolección, el transporte y la selección de las aceitunas, hasta su limpieza, molturación, centrifugación y, por último, el almacenamiento y la conservación.

Hemos diseñado nuestros procesos con el fin de tratar la materia prima con el respeto que merece, así como para conservar las vitaminas y las propiedades de la misma, teniendo en cuenta los distintos factores que pueden alterar sus cualidades, como el calor, el aire, la humedad y la luz.